Chicago (EE.UU.), 23 sep .- La futbolista estadounidense Megan Rapinoe, que se retirará este domingo de la selección de su país en un amistoso en Chicago, aseguró este sábado que deja el fútbol en un “sitio mejor” respecto a donde lo encontró y destacó que aprovechará el mayor tiempo a disposición para ser parte del “crecimiento del negocio” de todo el deporte femenino.
Lo hizo en una rueda de prensa organizada en la sede de la Federación de Fútbol de Estados Unidos (USSF) en Chicago, en víspera del partido amistoso que la selección estadounidense jugará este domingo contra Sudáfrica en el estadio Soldier Field.
“Estoy feliz por seguir formando parte del crecimiento del deporte femenino. Estamos en un momento especial, creo que sé cómo hablar de deporte femenino. Espero ser parte del crecimiento de negocio y mercadeo del deporte femenino. Quiero usar mi plataforma, como ya lo vengo haciendo ahora, pero ahora tendré más tiempo para hacerlo”, dijo Rapinoe.
La delantera estadounidense fue protagonista de una época dorada para la selección de su país, que ganó el oro olímpico en Londres 2012 y conquistó dos Mundiales consecutivos, en 2015 y 2019.
Sin embargo, Rapinoe fue mucho más que una futbolista y es una de las voces más respetadas en la lucha por la igualdad de género y los derechos sociales.
“De lejos estoy más orgullosa por lo que hicimos fuera del campo. Sólo pensar en cómo creció el proyecto, cómo empujamos la federación a crecer. Fuimos una parte importante para hablar de los derechos de los homosexuales, de los trans, fuimos un vehículo de esto y creemos en esto. Entendemos qué significa no sacrificar lo que eres”, aseguró.
“Obviamente también estoy increíblemente orgullosa por lo que hicimos en el campo. Intentamos hacer el mundo mejor e intentamos dejar el fútbol en un sitio mejor respecto al sitio en el que lo encontramos”, agregó.
Rapinoe contó que se dio cuenta desde muy pronto de la oportunidad que ser una futbolista tan popular le ofrecía para enviar mensajes mucho más profundo que los únicamente deportivos.
“Estoy ansiosa por tener una agenda un poco más abierta. A la vez me preocupa un poco. Espero tener más tiempo para mí, pasarlo con mis amigos y familia, viajar un poco más, descansar. Estoy ansiosa por permitirme descansar un poco más. Sé que es el final de un capítulo pero parece mucho un nuevo comienzo. Estoy feliz por ver cómo cambiará el fútbol femenino, espero seguir formando parte de esto”, dijo.
A lo largo de la rueda de prensa, Rapinoe destacó que dejará el fútbol sin “remordimientos”, sino en “paz” por tener claro que lo ha dado todo.
“No sé si tengo remordimientos, eso no quiere decir que no haya cometido errores. Pero siento que saqué lo máximo de mi carrera, hice mi máximo, aproveché al máximo mi talento. Me divertí mucho, celebré por el camino, es por eso que me siento en paz. Hice todo cómo quería hacerlo y saqué el máximo provecho de mi carrera”, afirmó.
Reconoció que guarda un recuerdo especial del oro olímpico conquistado en Londres 2012, por ser su primer gran triunfo global.
Y envió un mensaje a las jóvenes que sueñan con convertirse en futbolistas profesionales.
“Tienes que encontrar tu camino, tienes una plataforma para expresarte, puedes hablar de lo que es importante para ti. No merece la pena esconder ninguna parte de ti misma. Depende de ti, es tu carrera, es tu talento, disfruta de la carrera. Hazlo de la forma en la que quieras hacerla”, dijo.
Nacida Redding (California) en 1985, con su talento y su compromiso social fue una de las grandes líderes del cambio vivido por el fútbol femenino en los últimos años.
En su trayectoria de catorce años jugó en Estados Unidos, Australia y Europa y su lucha por la igualdad dentro y fuera del campo ayudó a impulsar deportivamente el desarrollo de la actual liga profesional estadounidense, la NWSL, donde juega con las OL Reign.
Se retirará definitivamente de fútbol al acabar la NWSL, cuya temporada regular se cierra el 15 de octubre. Las Reign están actualmente en puestos de ‘playoffs’, por lo que disputarían a continuación la postemporada.
Su trabajo social fue premiado en 2022 con la Medalla Presidencial de la Libertad, la máxima distinción civil de EE.UU.
EFE