Redacción Ciencia 28 nov .- Diez de las 16 sedes del Mundial de Fútbol de 2026, que se disputará en Norteamérica, tienen “un riesgo muy alto” de experimentar condiciones de estrés térmico grave para los jugadores, en especial en los estadios de Arlington y Houston (EE.UU.) y en Monterrey (México).
Esa es la conclusión de un estudio liderado por investigadores polacos que publica Scientific Reports, sobre las sedes en las que se disputará la Copa Mundial de la FIFA 2026, del 11 de junio al 19 de julio en Canadá, México y Estados Unidos,
Los datos analizados “subrayan la necesidad de considerar seriamente las condiciones climáticas imperantes como uno de los factores más importantes que influirán en el rendimiento atlético” durante ese mundial de fútbol, escriben los autores.
El equipo dirigido por Marek Konefal de la Universidad de Breslavia (Polonia) usó datos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus para analizar las temperaturas en lugares cercanos a los estadios del Mundial.
Con ello, crearon un entorno de referencia que imitaba la temperatura, el viento y la humedad observados en cada una de las 16 ubicaciones para los promedios de julio, además usaron el Índice Universal de Clima Térmico (UTCI) ajustado al ejercicio.
De esa manera, se tuvo en cuenta no solo las condiciones ambientales, sino también “los niveles de actividad, las velocidades de movimiento y las configuraciones de la ropa para reflejar mejor el nivel de estrés térmico del futbolista durante un partido”, indica el informe.
La investigación señala que “los valores medios de UTCI por hora más altos previstos y la pérdida excesiva de agua debida a un estrés térmico inaceptable se producirán por la tarde en los estadios situados en las regiones meridionales de Estados Unidos (Arlington, Houston) y en Monterrey (México)“.
En general, el mayor estrés térmico se producía en todos los estadios entre las 14.00 y las 17.00 hora local, excepto en Miami (Florida), donde los valores UTCI más elevados serían entre 11.00 y las 12.00 horas.
Aunque los atletas que practican deportes al aire libre a menudo tienen que enfrentarse a condiciones climáticas difíciles y cambiantes, “la enorme diversidad de las condiciones biotérmicas de este Mundial, debido a las diferentes ubicaciones geográficas de los estadios, no tendrá precedentes en la historia de la Copa Mundial de la FIFA”.
Las distancias entre los estadios, que alcanzan en ocasiones casi los 5.000 kilómetros, significan que los partidos se jugarán en nueve tipos de clima diferentes, y por lo tanto -dice el estudio- estarán en diferentes niveles de estrés ambiental para los jugadores.
El estudio también llama la atención sobre el reducido contenido de oxígeno en el aire inhalado en Guadalajara (1.566 metros de altitud) y Tlalpan (2.240 metros), lo que “requerirá una consideración adicional”.
Los autores consideran que sus resultados pueden servir de orientación a los organizadores del torneo para optimizar el horario de los partidos y las pausas adicionales para refrescarse y rehidratarse en los distintos estadios.
Además de permitir mejorar la planificación de los entrenamientos y la adaptación previa a los partidos, así como sentar las bases para optimizar el calendario de partidos con el fin de evitar la amenaza de un esfuerzo térmico excesivo.
EFE